Como negociar con los Arabes

COMO NEGOCIAR CON LOS ÁRABES

Aunque mucha gente y algunos medios de comunicación los utilicen como sinónimos, las palabras ‘árabe’ y ‘musulmán’ designan dos cosas distintas. La primera se refiere a una cultura y la segunda a una religión, y, a pesar de que hay muchos árabes musulmanes, también hay musulmanes no árabes y árabes de otras confesiones.

Definiciones de árabe y musulmán

El concepto “árabe” no se refiere ni a una etnia ni a una religión, sino que designa a un grupo de personas que comparten los ancestros, la cultura, las tradiciones y fundamentalmente el idioma árabe. El nombre procede del lugar donde nació esta lengua, en Arabia, desde donde se fue expandiendo por África y Oriente Medio.  Los antiguos árabes llevaron en sus conquistas su religión: el islam. Ésta luego se extendería por otros lugares del mundo con tradiciones y culturas totalmente distintas, pero que también profesan la religión de Mahoma.  Así, un musulmán es toda persona de religión islámica.

Los 22 países árabes están unidos en la Liga Árabe, mientras que 57 países musulmanes se integran en la Organización de la Conferencia Islámica, con menos poder en el ámbito de las relaciones internacionales que la primera.

Países árabes musulmanes y la Liga Árabe

A pesar de que comparten una misma cultura, los países del mundo árabe son muy diferentes entre sí. Nada tiene que ver, por ejemplo, Egipto con Somalia, o éste con Marruecos. Algunos se consideran árabes por encima de todo y otros tienen por encima su identidad nacional o religiosa. Entre los miembros de la Liga Árabe, dieciocho tienen el árabe como primera lengua y su población es de cultura mayoritariamente árabe: Arabia Saudí, Argelia, Bahréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Qatar, Siria, Sudán, Túnez y Yemen. Además, aunque no estén reconocidos como estados por la ONU, también son naciones árabes Palestina y el Sáhara occidental.

Los árabes tienen una fuerte influencia religiosa y cultural, que puede complicar a una persona de otra cultura, para llegar a realizar un buen acuerdo. Es fundamental saber que cuando se negocia con árabes, primero se debe generar un preámbulo para establecer una relación de confianza con la contraparte y no se debe ingresar a hablar directamente del negocio. Por esta razón las negociaciones pueden avanzar muy lentamente, debido a que posiblemente será necesario realizar varias reuniones antes de cerrar una negociación.

A continuación se describen algunas características que se deben considerar para llegar a realizar un buen acuerdo al momento de encarar una negociación con los árabes:

Ø  Por etiqueta dan siempre una respuesta afirmativa, no rechazan abiertamente una petición.
Ø  Resulta útil al negociar con un árabe, ser presentado por una persona de confianza para ambas partes.
Ø  No dan mucha importancia a la puntualidad.
Ø  Valoran bastante los factores humanos al tomar decisiones.
Ø  Desarrollan relaciones amistosas de negocios.
Ø  Para considerar a alguna persona como amigo, el árabe necesita conocer detalles personales como el origen, familia, antepasados, estudios, trayectoria laboral, etc.
Ø  Corresponden con igual o mayor información personal.
Ø  Son susceptibles.
Ø  Usan la expresión insh´allah que significa “Si Dios quiere”.
Ø  Debido a su cultura, la excesiva autoconfianza de la contraparte puede ser considerada negativamente al momento de realizar una negociación.
Ø  La mutua confianza es esencial para hacer negocios con ellos.
Ø  Se pueden demorar sin problema el tiempo que consideren necesario para construir relaciones de mutua confianza.

Perfil negociador saudita.

Ø  Las citas de negocios no son usualmente privadas y generalmente están interrumpidas por llamadas telefónicas de amigos y familia.
Ø  Las mañanas son más adecuadas para las citas de negocios, la gente de negocios de Arabia Saudita trabaja hasta tarde por lo que pueden solicitar una cita en la noche inclusive hasta la media noche.
Ø  Los días viernes no se realizan negocios ya que es un día festivo, la mayoría de la gente no trabaja los jueves por lo que la semana laboral es considerada de sábado a miércoles; así mismo los días festivos son diferentes a los de la cultura occidental ya que usan calendarios lunares de 28 días. Dos son los más importantes el Aid-al-Fitr y el Ramadan.
Ø  En su trato con ejecutivos de negocios, la formalidad, la cortesía y cierta reserva caracterizan al ejecutivo saudita, en particular si se trata de un hombre de negocios de edad y apegado a la tradición; sin embargo, en privado, no dudan en maldecir cuando están molestos. 
Ø  Guardar las apariencias es muy importante; los asuntos de familiares, amigos y conciudadanos reciben alta prioridad, los negocios a menudo se hacen a un lado para atender asuntos personales; las mujeres árabes están excluidas de las situaciones de negocios; la voluntad de Dios gobierna todas las actividades y se le menciona con frecuencia en la negociaciones y reuniones sociales. 
Ø  Los sauditas se colocan cerca de la gente y puede darse contacto físico; miran a los ojos de las personas con las que tratan para averiguar el alcance del interés en la dilatación de las pupilas. 
Ø  El tiempo lo gobierna la voluntad de Dios, los árabes no se apresuran, piensan que las actividades se llevarán a cabo cuando Dios quiera. 
Ø  Es esencial contar con el apoyo de personajes importantes, tales como miembros de la familia reinante o altos funcionarios del gobierno; hay que intentar convertirlos en aliados, lo cual puede ser difícil pues hay que seguir un sistema complejo para encontrar intermediarios locales; es muy importante la intervención directa de esas personas para establecer contactos y preparar el terreno.
Ø  En la toma de decisiones el control está altamente centralizado, los altos funcionarios del gobierno y miembros de las familias que integran la élite local llevan las riendas del poder. Recientemente se ha visto el surgimiento de un nuevo grupo de mandos medios con excelente preparación, sus métodos para el proceso de toma de decisiones son menos tradicionales y más centralizados.

Protocolos

1.   Nunca hay que ofrecer una sugerencia de negocio a la contraparte; permita que ellos hagan la primera sugerencia.
2.   Siempre rechazar y estar en desacuerdo, usando frases como “no cumple con nuestras expectativas mínimas” y alejarse, aún varias veces. Los compradores fuertes son los que obtienen los mejores precios.
3.   No apresurarse a dar contra-ofertas. Siempre habrá un momento para eso. Permitir que el otro lado cambie su oferta bajo la presión de que usted está “desilusionado”. La paciencia es la regla del juego.
4.   Tener a mano un plan propio, tan completo y detallado como sea posible, con las “líneas rojas” completamente definidas. Pese las sugerencias del otro lado contra ese plan.
5.   Nunca ceder en dicho plan, ni ofrecer encontrarse a “mitad de camino.” Recordar que no existe una “mitad de camino.” El otro lado también tiene su plan maestro. Estar listo a dejar las negociaciones cuando se enfrente con terquedad del otro lado.
6.   Nunca dejar asuntos nebulosos. Siempre evitar “frases creativas” e “ideas creativas” – que es exactamente lo que busca el oponente árabe-. Recordar que los árabes son maestros del idioma, y el deporte nacional árabe es el juego de palabras. Al igual que en el bazar, siempre hablar en términos de dólares y centavos.
7.   Siempre tener en mente que el otro lado tratará de ser más astuto que el nuestro al hacer parecer que los asuntos principales son detalles sin importancia. Tratar cada detalle como vitalmente importante.
8.   La emoción no debe entrar al mercado ni a la mesa de negociación. Palabras amistosas, expresiones de coraje, saludos de mano, besos, toques del rostro y abrazos no deben tomarse como expresión de la política.
9.   Estar consciente de las creencias populares sobre los árabes y el Medio Oriente, por ejemplo, “el honor árabe.” Nunca decir o hacer algo porque alguien le dijo que esa es la “costumbre.” Si el lado árabe se entera que se está jugando al antropólogo, se aprovechará de la situación.
10.       Siempre recordar que la meta de toda negociación con los árabes es hacer ganancia, se intenta hacer todo el esfuerzo para lograr la mayor ganancia posible en términos reales. Recordar que cada ganancia es una inversión para el futuro, porque siempre habrá “otra ronda” en la negociación.
11.       Los árabes son expertos en utilizar tácticas de negocio por más de 2,000 años. En contraste, los occidentales en general, quieren arreglar “acuerdos rápidos.” En esta parte del mundo, no hay acuerdos rápidos. El que se apresura siempre pierde.

Al tratar de establecer lazos comerciales con los Árabes se tiene que los orígenes de la vida empresarial es e través de la familia y ellos tienen una cultura arraigada en la religión musulmana, aparte de ser una raza étnica muy afable.
Ø  La vida empresarial procede de la familia.
Ø  La lengua árabe es la unificadora de todos estos pueblos.
Ø  Al Islam se le puede considerar como la segunda fuerza unificadora.
Ø  Para el negociador es importante saber algo del Islam como por ejemplo su historia y sus creencias.
Ø  El negociador también tiene que saber que son muy hospitalarios (aquí funciona el sistema de puertas abiertas o sea nunca se hace un desagravio a las personas que los visitan).
Ø  El negociador debe tener paciencia ya que los Árabes son lentos al actuar y en tomar decisiones.
Ø  Se recomienda al negociador no ser arrogante ni altanero frente al negociador árabe.
Ø  Esperar que él tome la iniciativa de negociar.
Ø  Se le recomienda al negociador tener un representante que conozca la lengua y sus costumbres.
Ø  Se tiene que llegar a un acuerdo con el representante en lo referente a los honorarios, pero por logros conseguidos

 de Logística, de la Universidad “Jorge Tadeo Lozano” de Bogotá.

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